La piedra cúbica
Un hombre con la corona hermética, símbolo del conquistador en su trono (de la Gran Obra), sentado sobre el cubo de las formas, que se nos presenta en su aspecto del cuadrado de los elementos.
Entre ellos está el chacal del Anubis egipcio que al digerir la «carroña», los residuos materiales, les hace cumplir una nueva función»: todo se transforma, nada se destruye. La figura humana representa el principio individual de estabilidad, crecimiento y acción, manifestación activa del espíritu universal. Uno en su esencia creadora, pero repartido en la diversidad de las criaturas.
En la mano izquierda -a diferencia del Mago- sostiene el cetro del Poder Mágico, pues este arcano actúa en el Mundo de Abajo, donde habitan las formas animales. Pero la paloma en su pecho nos indica la pureza de su alma, lo que es justamente la condición iniciática sine qua non para lograr ese poder mágico.
Al estar cruzado de piernas comprendemos la expansión de su imantación al utilizar la mente en las tres dimensiones del infinito: altura, amplitud y profundidad. Tal como el Mago, observa con sus iluminados ojos, oradando la noche de los tiempos y vislumbrando el futuro.
Axioma: «Bendice el trabajo de tus manos y pon tu corazón en el de tus pensamientos»
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Significados para la predicción
Esotérico: El arqueo, el azufre de los alquimistas, fuego vital aprisionado en el germen de toda criatura, esposo místico e hijo de Iris-Urania.
Psicológico: El padre, lo patriarcal.
Positivo: Poder mundano, realización, confianza en sí mismo, autoridad, padre, hermano, esposo, presión directa, dominio de la inteligencia y la razón sobre la emoción y la pasión, persona capaz y competente, dispuesto a escuchar consejos.
Negativo: Déspota, inhábil, falta de fuerza, carácter débil, emociones mezquinas, masculinidad brutal indirectamente sometida a la influencia femenina.